Sumergirse en flores

 

Cuando escribo esta newsletter, siempre intento crear algo que sume a quien me está leyendo, porque soy consciente de que estar en la bandeja de entrada de alguien es un privilegio y lo quiero usar bien. Sin embargo, en sintonía con mi filosofía de dejarme ver en todas mis facetas, hoy quiero compartir con total sinceridad que este mes ha sido un poco rollercoaster para mí. No creo que esto sea nada malo, al contrario: tenemos que normalizar los altibajos, porque así, poco a poco, iremos borrando esa imagen mental de perfección aparente de las vidas de quienes seguimos por Instagram. 

Yo no estoy siempre creativa y feliz, ni mantengo la calma constantemente. Como todo el mundo, tengo mis momentos de lucidez y expansión, pero también otros en los que me parece que el mundo se va a acabar. Y lloro, la cago, me ofusco y me nublo muchísimo. Los que conviven más cerca de mí lo saben de primera mano: Sara Paint también es humana.

negro2.jpg

Pero esto también es parte de mi proceso de aceptación. El proceso de aceptación de que ni soy ni quiero ser un robot perfecto que siempre llega a todo, que siempre está ahí para los demás y que nunca flaquea. El proceso de asimilación de que realizar descansos o pedir ayuda no es sinónimo de debilidad, sino todo lo contrario: significa que te importas lo suficiente como para tratarte todo lo bien que te mereces.

Ahora, mi aprendizaje está también en regular el entusiasmo que a veces me lleva demasiado lejos, comprometiéndose a cosas que luego no puedo cumplir, porque... ¡oh! sorpresa, tengo limitaciones... y a veces es mi cuerpo el que se pone en huelga. Este mes, de hecho, estoy lidiando con un dolor de cuello y de cabeza bastante fuerte que ha venido para avisarme de que si aprietas tanto, explotas. Parece bastante evidente, con todo lo que llevamos encima, pero aún así no lo vi venir.
 

De nuevo, vuelvo a mi reflexión habitual en esta newsletter: le tenemos tanto miedo al silencio, que preferimos llegar al límite de que nuestro cuerpo nos pare antes que parar por nosotros mismos.

flores.jpg

Siento que todavía estoy en medio de un pequeño huracán y es demasiado pronto para sacar conclusiones. Sin embargo, sí que creo que voy viendo una cosa clara:
 

> Mi dolor de cabeza disminuye considerablemente cuando decido centrarme en una sola cosa durante mucho tiempo seguido. Como por ejemplo, dejando el móvil de lado y viendo un documental largo, o una peli. Meditar, lo poco que voy consiguiendo, también me ayuda mucho, me noto más en calma y en contacto con mi esencia. Y leer… está siendo para mí un gran re-descubrimiento. Admito que siempre he sido mala lectora (quizá por esta dificultad de concentración por mi mente-tren), y por eso la lectura está siendo tan buena terapia para mí.

Por eso, te quiero dar en esta newsletter un mensaje importante: regálate un sumergir entre flores. Y no una vez, sino todas las que necesites. Cuídate, de verdad. Abrázate… a ti, y a todas tus partesTodo está bien. Tener miedo está bien. Sentir que no puedes con todo está bien. La vida de verdad está fuera de las listas eternas. Está en la belleza del silencio, en el disfrute, en el cariño. La vida está en las palomitas que nos tomamos mientras vemos una peli después de cenar, en la respiración profunda de una clase de yoga. En pasear con los últimos rayos de sol del día, o en correr a primera hora de la mañana. Ahí es donde realmente tenemos que mirar. Porque cuando miramos lentamente, con cuidado, nos damos cuenta de los detalles y de las señales, de los pequeños grandes milagros del día a día que se nos nublan cuando vivimos demasiado en la mente.

Eso es lo que verdaderamente nos dará la fuerza, lo que nos encenderá la llama.

Sumérgete en las flores3.jpg

A ti, ¿qué te da más fuerza? 

***

Algunas de las cosas que más paz me han dado en este último mes:

  • Peli: “La colina de las amapolas”, de Estudio Ghibli (qué pesada soy con este estudio, ¿eh?) Precioso homenaje a la sencillez de la vida en el campo, a través de una historia de amor bonita y sincera.

  • Podcast: “Unlocking us”, de Brené Brown. No conocía mucho a esta mujer y estoy alucinando con su sabiduría y corazón.

  • Libro: “Big Magic” de Elisabeth Gilbert. Un libro sobre el proceso de la creatividad más allá del miedo (creo que también está en español). Me lo estoy empezando a leer, pero lo poco que llevo me está encantando.

    *

     

    Para mí, todas estas cosas son sumergirse en flores. Meterte dentro de un universo que te envuelve, de forma consciente y atenta, apreciando todos los detalles y dejándote mecer por sus olas. Requiere un pequeño esfuerzo de atención, porque estamos acostumbrados a otras velocidades, pero merece la pena. Cuando entras dentro, las revoluciones bajan y de repente lo ves todo más claro. 

Background design de la película "La colina de las Amapolas", Studio Ghibli, 2011.

Background design de la película "La colina de las Amapolas", Studio Ghibli, 2011.

Gracias por acompañarme hasta aquí.
Te deseo toda la calma, energía y flores del mundo para todo lo que venga.
Si te ha gustado, ¡compártelo! Me encantará saber de ti.

****

Esta es la Newsletter de mayo de 2020. Si quieres recibir emails como este, ¡suscríbete a mi newsletter"!

 
Sara Peña Martín